La soltería es una etapa maravillosa de la vida, sin embargo tiene sus desafíos. La gente pregunta -imprudentemente la mayoría de las veces- ¿por qué no tienes novio/a?, ¿por qué a cierta edad no te has casado?.. y parece que la soltería no fuese vista como un estado ideal. Existe una falsa concepción en la sociedad sobre la necesidad de una pareja para ser feliz, lo que mueve a muchas personas a hacerte preguntas “difíciles” de contestar, porque hacen parte del terreno de la propia intimidad. Pero hoy te traemos estrategias para hacer frente a estas preguntas “difíciles”.
Primero, tranquilo, que no te agobien, no dejes que el acelere de la sociedad, acelere el ritmo de tu corazón. Como dicen en Barranquilla: “no te dejes azarar*”. Cada día tiene su propio afán y la verdad, es que no vivimos sino un día a la vez con Dios. Entonces, no permitas que la imprudencia haga estragos en tu corazón. Hay un tiempo para todo y si tu vocación es al matrimonio y pones todo tu empeño en crecer para ser una mejor persona y un mejor cristiano/a cada vez, amando con ternura al Señor, el deseo de tu corazón se cumplirá, porque Dios es fiel.
Segundo, si estas preguntas te incomodan y te producen malestar, la segunda estrategia es volver la mirada hacia el interior. ¿Será que estas preguntas te incomodan porque realmente quien piensa que no tener una relación amorosa no está bien eres tú? ¿Será que en tu corazón existen ansiedades y preocupaciones que hacen que este tema te duela? Si esto te sucede, no te preocupes. Es supremamente normal que las almas sean atormentadas por pensamientos de soledad e insatisfacción y que se vean perturbadas por preguntas como ¿cuándo será el tiempo? ¿cuándo llegará la persona? ¿realmente seré amado/a?. Si es tu caso, lo mejor es crecer en la confianza en el Señor, llenarte de su amor y abrirte a vivirlo en plenitud con las personas más cercanas a tu corazón. Dios dice en su palabra, “no es bueno que el hombre esté solo” (Gn 2, 18), pero la verdad, tú no estás solo, estás soltero. La soltería y la soledad no son sinónimos, y en muchas ocasiones hay más personas de lo que se cree, que infortunadamente se sienten solas aun en una relación; ten por seguro que no hay peor soledad que sentirse solo estando acompañado.
Tercero, concéntrate en vivir tu soltería de la manera más plena posible. Esa plenitud se logra, dejándote amar verdaderamente por el Señor, creciendo en tu relación de amor con Él y amando verdaderamente a tu prójimo como a ti mismo. De esa manera, te sentirás cada vez más pleno y tranquilo, aprendiendo las lecciones que la vida y Dios te permitan, refinando las alianzas de amistad que tienes con los tuyos, redescubriendo al Señor en la oración y los sacramentos, viviendo una alegre espera si sientes que tu vocación es el matrimonio, concentrándote en hacer muy bien tu trabajo o siendo un excelente estudiante, en fin, viviendo todas las etapas que el Señor te permite vivir; poniendo tu corazón en las mejores manos, las manos de alguien que realmente te ama, qué quiere sanarte, romper las cadenas de tu vida, hacerte de nuevo y llevarte hacia grandes cosas.
Por último, como cuarta estrategia, siempre está la salida de cambiarle el sentido a las malas intenciones a tu alrededor. Invitar a tu prójimo, desde la caridad, a pensar positivamente en la soltería, contagiándolo de la plenitud que logres vivir en ella, y por qué no también invitarlo a orar por ti, desde una inquietud sincera, para que cuando llegue el momento, si es un buen deseo de tu corazón, se te sea concedido tener un noviazgo con propósito y un Santo matrimonio, cuando sea el tiempo perfecto de Dios para ti en su voluntad.
Nota.
*Azarar: término utilizado en Barranquilla que hace referencia a presionar, hostigar o molestar..