Por @lucyolarte2 y @kevduran19

¿Cómo es que podemos experimentar el amor de un Dios al que no vemos?, sin duda la esencia del amor no se basa solamente en lo que visualmente podamos comprobar o físicamente podamos sentir, el llamado al amor nace de una convicción que invade y penetra el alma de una persona y es capaz de seguir a pesar de todo, creerlo todo, esperarlo todo y soportarlo todo (1 Cor 13,7). Hacemos esta introducción, pues para entender y vivir los tiempos actuales, debemos comprender la verdadera esencia del amor, y con un virus acechando nuestra sociedad, aislamiento, distanciamiento social obligatorio, es un tiempo propicio para evaluar nuestro amor en el noviazgo; si verdaderamente esta es la vocación a lo que has sido llamado, o si es la persona indicada para compartir contigo durante el camino de tu vida. 

En las Catequesis de San Juan Pablo II sobre la Teología del Cuerpo, el Noviazgo es definido como el tiempo del «discernimiento» en este sentido rigurosamente teológico: discernir la voluntad de Dios acerca de la mujer/hombre que Dios quiere donarme como esposa/esposo. En esta cuarentena Dios les da un regalo especial a todos los novios (postulantes al matrimonio) para que vivan la relación al máximo, SI, aunque no se puedan ver, pues no hay mejor momento para discernir que estando solos con Dios. 

En este escrito te compartiremos algunos tips para vivir tu noviazgo  en esta cuarentena, aprovecha este regalo único, esta oportunidad imperdible como diríamos popularmente es una GANGA! 

  • Una misma sintonía, tengan conversaciones de fondo sobre su noviazgo, esto muchas veces da miedo, ¿y si me dice que ya no sigamos? ¿Si me dice que estoy loca/o? ¿Si no está seguro de estar conmigo? ¿Si no quiere tener hijos y yo sí? ¿Si no está de acuerdo con la castidad? Nuestra humanidad y el enemigo nos tientan de tal manera que callamos. Es bueno preguntarse sobre cómo han vivido este camino, que fallas han tenido, perdonar y perdonarse, discernir si verdaderamente los dos han sido llamados a la vocación del Matrimonio. Recuerda Joven que los novios son dos almas que el Señor quiere donarlas la una a la otra para siempre. 
  • Conózcanse, aunque parezca que han vivido muchos momentos juntos, al noviazgo debemos “sacarle todo el jugo” en el conocimiento de tu futuro esposa/o (acostúmbrate a verlo así como tu futuro compañero/a, pues si no lo ves así estás en el lugar equivocado), quizá conoces muy bien a tu pareja físicamente, incluso más de lo que deberías conocerlo pues hay cosas reservadas solo para el matrimonio, quizá eres experto/a en lo que le gusta comer, vestir, hacer los fines de semana etc., pero, ¿conoces a tu pareja cuando pasa por una crisis de soledad, depresión, conoces cómo se comporta con su familia?, o ¿Cómo se comporta contigo cuando no te puede ver con la frecuencia de antes? Recuerda que el verdadero amor nace de la belleza del alma y no del cuerpo. 
  • Oren juntos, la oración es la sangre de la vida espiritual y el noviazgo en Dios no existe sin ella, pues es una experiencia espiritual, de manera que la oración confiada es lo que lo sostiene, fortalece, dignifica y purifica de tal forma que si es grato a los ojos del Señor, Él mismo lo llevará a feliz término: un matrimonio saludable y santo. La oración que no les puede faltar y la más fácil es el Santo Rosario, háganlo por video llamada e incluso pueden invitar a las dos familias, vivan Eucaristía virtual diaria si es posible y motívense a hacerlo, y aprovechen cada oportunidad para hablar con Dios. 
  • Hagan planes juntos, aunque no se puedan ver físicamente, sean creativos, pónganse de acuerdo en leer el mismo libro y compartan entre ustedes lo aprendido, vean la misma película el mismo día, hagan videollamadas con amigos o familias. 
  • Sean MUY prudentes, tengan presentes que si decidieron vivir un noviazgo en Dios, el enemigo nunca se cansará de hacerlos desistir de esa decisión, sean prudentes con lo que ven, leen, escuchan y hablan, cuiden sus conversaciones entre ustedes y con los demás, cuiden sus expresiones, sean conscientes de lo que pueden ocasionar si hablan de un tema, que no se les olvide la espera en Dios ¿Vale la pena echar todo a perder porque se extrañan? Y si quizá no has vivido un noviazgo en castidad, aprovechen este tiempo para aceptar, sanar, orar y abandonarse en el amor y la voluntad de Dios.

Si aprovechando este tiempo, te das cuenta que de verdad es tu vocación, que estás con la persona correcta, ¡Sigue adelante!, sé obediente, que la obediencia trae grandes frutos en la vida de dos personas que deciden emprender este camino hacia el matrimonio, y si por el contrario notaste y llegaste a la conclusión discerniendo en oración que no deben estar juntos, agradece a Dios por el tiempo vivido y a esa persona, pero no te de miedo enfrentarte al llamado de Dios, lo más seguro que podemos decirte es que Dios es el único y el más interesado en hacerte feliz. 

Lucy y Kevin.