Por Lore Rodriguez
Todos los días nace una nueva oportunidad para seguir aprendiendo a amar, y si tienes en tu vida a alguien especial, un compañero (a) de santidad con el que estás viviendo una etapa más, da gracias a Dios por quien ha puesto en tu camino, que aún distanciado está siempre contigo. Si cada día es un milagro se vale recordar, ahí en la sencillez y con mucha originalidad, que el amor nos da libertad, que el amor sana y nos trae paz. ¿Y cómo hacer entonces para que un día se haga especial? si no es un aniversario, ni fecha para celebrar, si parece que no hay motivos y solo es un día más. Un noviazgo en castidad siempre da claridad, y la claridad da espacio a la creatividad, para las mejores ideas desarrollar, demostrando el amor en lo habitual.
Cada una de estas ideas el amor les permite acrecentar, pues este tiempo es perfecta ocasión para comprender lo que es amar, sin miedo, sin hipocresías ni mediocridad.
Desde pequeños gestos que nazcan del corazón, con un saludo en la mañana deseando lo mejor, con un abrazo o un beso si se tiene su cercanía, no por costumbre ni como parte de una rutina, que no sea por compromiso ni por cumplir un orden en el día, sino por reconocer que el otro es alguien importante en tu vida; pues amanece y se quiere saber cómo está, si todo anda bien, si pudo descansar, si ya está listo para una nueva jornada iniciar. También con una imagen que se puedan compartir y de la que pueden hablar, para saber qué piensa el otro, para conocerlo un poco más.
Con una reflexión para el día empezar, o con una oración al Padre celestial. Si no es posible en la mañana, hacerlo antes de descansar; pero es algo fundamental y en este punto un pare debemos realizar. Dios debe ser el centro de la relación que quieren llevar, pues un amor en Cristo se construye siendo tres: Dios con ustedes, en cada momento y todos los días, entre rosarios y eucaristías, en la lectura espiritual, música o prácticas de fe que hayan incluido en su vida. Algunos ejemplos de los que se pueden guiar, es la oración con los salmos o con un versículo especial, ¿cuál es ese personaje de la biblia al que quieren imitar?, ¿qué virtud han visto en ellos que quieren trabajar? Compartan el eco de la palabra del día, pues Jesús con su mensaje toca a su puerta y entra a sus vidas. Y así, paso a paso hacia el cielo van discerniendo y conociendo, amando y sirviendo, soñando y viviendo. Pueden escoger incluso un santo de devoción, pues así de arriba les vendrá la motivación, para continuar siendo fieles a la voluntad de Dios.
Si son muchas las ocupaciones, saber también esperar, sin aturdir ni reclamar, entender su realidad. Hay días complicados, en los que el trabajo los hará alejar o en los que simplemente quieren estar en soledad. Pero no permitan que esto sea razón para dudar, pues aún en esos espacios, Dios grandes cosas puede obrar. A veces se compartirán largas charlas y otras veces también cortos silencios. En esos días en los que tendrán mucho que contar, justo ahí juntos aprendan a escuchar, tengan la disposición para un buen consejo dar. En apertura de corazón, entiendan que hay problemas o situaciones que sanar, sean apoyo y ayuda para todo superar. Siempre será bueno preguntar, no suponer, ni criticar, sino con paciencia entender que son diferentes pero se pueden complementar. No todos los días serán igual, algunos hablarán un poco más, en profundidad, de secretos o de historias que no se querían acordar, o de cualquier cosa divertida que les acabe de pasar. Se trata de confiar y de ser los amigos que eran al iniciar, que permanezca la fidelidad, que haya transparencia, sin máscaras, que su esencia puedan conservar.
Juntos pueden planear, son muchas las opciones para crecer cada día más: con cursos en línea, congresos o seminarios para debatir y analizar, artículos de interés sobre algún tema en el que se quieran formar. Cuántos libros por leer, cuántas canciones por escuchar, muchas películas por disfrutar, e incluso lugares por visitar; de un punto a otro pueden viajar, ¿cuál es el siguiente destino al que van a volar? Para aprender de una nueva cultura o un nuevo idioma practicar, sin salir de casa, desde la comodidad de cada hogar. Hay muchos juegos de mesa tradicional, que incluso con la familia pueden compartir y así involucrarse más; el deporte y ejercicio también pueden practicar, sean motivación para juntos perseverar. Organicen una cita especial para cenar, aún cuando por video se tengan que hablar, que sea un momento para dos, un tiempo en el que se puedan reconectar.
Escribe y en tinta quedará, las palabras más bonitas que el otro te pueda inspirar, un te quiero es necesario también expresar, para afirmar todo el cariño que se ha podido desarrollar. Hay llamadas que no querrán terminar, una fotografía que capture las mejores sonrisas que quieren guardar. Ser creativos en el amor no se trata de exigencias sino de entregar, de pensar más allá y atreverse a vivir un amor diferente al de los demás. Y si las circunstancias lo permiten y nuevamente se pueden encontrar, si ya no hay más pantallas que los separen para su amor manifestar, salgan a caminar, tómense de la mano con seguridad, siéntense a respirar, nuevamente den gracias y tengan la certeza de que estando juntos ningún día será igual. La novedad del amor es una gracia que con Dios pueden disfrutar. Son muchas las ideas por descubrir y experimentar, siempre desde una mirada en pureza y en castidad.