Por @josevrudas
Actualmente el término ordinario está un poco mal visto por muchas generaciones, se ha calificado como un adjetivo para desvalorar. Pero realmente debemos como cristianos darle la re-significación que amerita la palabra “ordinario”, que es mirar desde lo más cercano como podemos ser Cristo.
“¿Quieres un secreto para ser feliz? Date y sirve a los demás, sin esperar que te lo agradezcan”. – San Josemaría Escrivá de Balaguer.
Hoy 26 de junio día en que la Iglesia Católica nos recuerda la memoria de San Josemaría Escrivá de Balaguer, de mi amistad en oración con este gran santo, te compartiré un poco de mi proceso con él, gran sacerdote fundador del Opus Dei, que nos dejó mucho para interiorizar:
- ¡Ser santos en lo cotidiano!
En una sociedad que nos invita al resentimiento, el odio y la división; San Josemaría nos invita a “Amar el mundo apasionadamente”. Todo bautizado y servidor tiene a la persona de Cristo en su ser, eso amerita la gran responsabilidad de ser reflejo del Señor ante toda situación. Dios nos espera cada día y Él está en esa situación que te desacomodó para ayudarte a tener un corazón semejante al suyo.
El camino de la santidad es de valientes, esa lucha constante que muchos tenemos y que no sabemos realmente cuando finalizará, puede ser algo que vivirá con nosotros toda la vida. Pero el mismo San Josemaría nos dice que “Un santo es un pecador que lo sigue intentando”. ¡NO TE RINDAS!
- La vida ordinaria es el verdadero lugar de nuestra existencia Cristiana.
San Josemaría nos hace un fuerte llamado a vivir la vida ordinaria como una antesala al cielo. Donde están nuestras aspiraciones, sueños y proyectos, ahí está realmente nuestro encuentro cotidiano con Cristo. Quizás en medio de las cosas que parecen ser las “más materiales” de la tierra, es el espacio donde debemos servirle a Dios y todos los hombres.
- “Dios ama que le sirvas en tus tareas diarias” – San Josemaría Escrivá de Balaguer.
Él nos espera en la rutina diaria, situaciones comunes y “problemas”; ahí se encuentra escondido el Señor, solo debemos aprender a descubrir cuál es ese reto que hay que afrontar en nuestro proceso, acompañado de la oración diaria para ir moldeando el corazón y obrar al de Cristo.
Un cristiano no puede manejar “exclusividad” en su ejercicio cotidiano de ser Cristo para el otro. El gran llamado y reto que propone San Josemaría es tratar de hacer que nuestro Señor invisible, lo hagamos y lo encontremos visible en ese que nos hace el feo, el que nos deja con la mano estirada cuando lo vamos saludar, el que creemos arrogante y soberbio de corazón. En ese prójimo está la verdadera misión, el que urgentemente necesita ser movido por el ejemplo de darse por un amor sin medida y desinteresado. Tú y yo, podemos ser ese alguien que use Cristo para encontrarse con el otro. Y el otro puede ser ese alguien que use Cristo para encontrarse contigo.
San Pablo nos invita a “hacer todo para la Gloria de Dios”, 1 Cor 10,31. El gran desafío de todo apóstol de Cristo está en espiritualizar toda acción cotidiana y ponerla al servicio de Dios, opacando ese pensamiento de grandeza propia y resaltando al Señor como principal Director de la película de tu vida.
- La obra bien hecha.
Dios desea que realices tu trabajo con la mayor perfección posible para su reino; amando a Dios y a todos los hombres, poniendo amor en cada cosa que realizas; ya sean por ejemplo, funciones pequeñas o grandes en una organización; seas Auxiliar, Coordinador, Director o Gerente. Vivamos santamente la vida ordinaria, siendo responsables de lo que hacemos y cómo lo hacemos. Muchas veces un pequeño gesto o acción puede generar un gran impacto en la salvación de un alma.
“Dios no te arranca de tu ambiente, no te remueve del mundo, ni de tu estado, ni de tus ambientes humanos nobles, ni de tu trabajo Profesional… porque ahí ¡TE QUIERE SANTO!” – San Josemaría Escrivá de Balaguer.
Gracias a estas lecciones, desde mi testimonio en el trabajo y relacionamiento con mi prójimo, por gracia de Dios, siempre trato de dejar huellas positivas en los lugares donde Dios me ubica; sea un espacio, lugar o la vida de una persona. Soy consciente de la gran responsabilidad que tenemos al decirnos Cristianos, por tanto intentemos llevar en coherencia ese gran título. Doy fe de que en medio de la “turbulencia” de los equipos de trabajo, ahí es donde más se debe fortalecer la oración. Particularmente, encuentro paz en las prácticas de oración, y si es de durar los 12 meses del año haciendo novena, si Dios me mueve a hacerla, allí estaré. Porque la vida es una lucha en la que siempre debemos vencer acompañados de Dios, para que se haga en nosotros Su voluntad.
No sé cuáles son tus luchas, si es una enfermedad, problemas laborales, la falta de empleo o la conversión de un ser querido; a veces uno se queda sin imaginación en pensar que dificultad puede tener alguien en el día a día. Pero hoy en unión con este gran santo, San Josemaría, te invitamos a mirar esa lucha como parte del proceso de santificación que te ayudará a ser mejor en un mañana.
No pierdas la fe. Porque en tu imperfección y debilidad, si pides la Gracia de Dios, Él jamás te va a desamparar. “Dios escribe perfectamente en renglones torcidos”.
San Josemaría Escrivá de Balaguer, Ruega por nosotros.
Jose Victor Rudas Mindiola.
Que belleza, me quedo con la parte de que el camino de la santidad es para valientes y así es, no es fácil pero vale 100% la pena
Dios bendiga este apostolado !
Que hermosa y sabia reflexión acerca de este Santo.
Jose, solo un alma noble como la tuyo puede escribir desde el c orazón y con tanta certeza porque lo has vivido.
Gracias por compartir la escencia de un santo de nuestros tiempos muy inspirador
Gracias José por compartir esta reflexión. Eres un instrumento de Dios y no en vano tu nombre. Que siga Él iluminando y bendiciendo tu camino.
Que buen articulo …» Dios allí te quiere santo» hemos perdido tanto la capacidad de sorprendernos de lo cotidiano que creemos necesitar algo más para poder acercarnos a Dios, tener valor en la vida o cualquier otra cosa extraordinaria. Gracias mil por este artículo