Por @maryobregonberdugo y @sebast.palacios

El título de este articulo me hace recordar una frase que escuche hace más de 12 años, “querer es poder, pero no lo es cuando se llega tarde”. ¿Cuán importante es el tiempo a la hora de comunicarnos?

Comunicar es el arte de construir correspondencia, de vincularnos, de crear relaciones, de forjar vida. Porque es en el intercambio de información donde le damos vida a nuestras ideas, pensamientos, sentimientos y anhelos.

El tipo de comunicación que manejamos afecta tanto el corazón como la mente, porque impacta directamente nuestra afectividad. Si logramos comunicarnos mejor, o sea, de manera más clara y concisa, entonces podremos forjar lazos emocionales más fuertes, resolver conflictos y fortalecer los vínculos, si no es así, ocurre todo lo opuesto: los vínculos se debilitan, los conflictos se hacen más complejos y con ellos nuestras respuestas emocionales cada vez menos agradables.

¿Qué pasa cuando no hablamos a tiempo?
    1. Dejamos que la otra persona rumie en su mente múltiples hipótesis de lo ocurrido, experimentando tristeza, ansiedad, dolor, acumulando dolores, rencores, haciendo gigante un evento que quizá solo era cotidiano.
    2. El desgaste emocional puede hacer su aparición, acompañado de la desesperanza frente al cambio.
    3. Damos lugar a malentendidos e interpretaciones erróneas, lo que puede llevar a conflictos innecesarios y dolorosos. Cada cabeza se cuenta una historia y de acuerdo a ese relato respondemos.
    4. Por ultimo y no menos importante, se abre paso a la desconexión emocional: una pareja, por ejemplo, deja de sentirse conectada emocionalmente, lo que puede conducir a la frialdad y la indiferencia.
¿Por qué nos cuesta iniciar un diálogo resolutivo?

Para el caso de la vida en pareja, en cada una pueden existir muchos motivos y resistencias personales, pero algunos predominantes que encontramos son:

    • Evitación de “conflictos”, algunas personas tienen la creencia de que evitando hablar de un tema difícil harán que el malestar disminuya y esto solo logra el efecto opuesto.
    • Evitar experimentar el malestar que produce mostrarse vulnerable al admitir un error, pedir perdón o manifestar lo afectado que se encuentra por la situación por resolver.
    • Dar por sentado que el otro debe comprender o suponer mi molestia o mi dolor sin haberlo expresado.
    • Temor a ser juzgado.

Por eso queremos compartir contigo unos pasos que nos han ayudado a crecer en nuestra relación de pareja:

    1. Es importante que reconozcan que las emociones no son buenas ni malas, solo son emociones y estas no deben ser juzgadas, no tienen un juicio. Se hacen presentes porque nos ayudan a comprender nuestro entorno, nos indican el impacto que los sucesos externos tienen en nuestro mundo interno. Por lo tanto, eviten juzgar al otro por lo que siente. Al momento de conversar de algún evento que les afectó, describan hechos, no juicios. Por ejemplo:
      • SI: Recientemente he notado que estas invirtiendo más tiempo en tu trabajo de lo habitual, no alcanzas a irte junto a mí a la hora que solemos hacerlo, te noto distraído…
      • NO: Últimamente te la pasas frente al computador trabajando todo el día, no tienes tiempo para mí, no quieres compartir las noches conmigo…
    2. Comuniquen cómo este hecho les hizo sentir, si pueden dar ejemplo comparando la emoción con alguna analogía esto podrá ayudar mejor a la comprensión de parte del otro. Por ejemplo:
      • SI: Esto me ha hecho sentir cuestionada o preocupada, no sé si ha ocurrido algo que te esté afectando o si hay algo en nuestra relación con lo que te estas sintiendo incomodo. Lo cual me mantiene un poco ansiosa.
      • NO: ¡No te das cuenta de cómo esto me hace sentir! Siento que ya no me quieres, que no te importo, eres un inconsciente.
    3. Dale la oportunidad a la otra persona de compartir su punto de vista, explicar lo que le ha sucedido e incluso disculparse si es necesario practicando la escucha activa hacia la otra persona. Escuchar para comprender no para responder.
    4. Establezcan compromisos y acuerdos que vayan trazando limites saludables que protejan el vínculo de ambos y promueva un dialogo abierto y comprensivo.

Por último, Efesios 4:26 «Asegúrense de que la ira no controle su vida. No permitan que el sol se ponga antes de resolver sus conflictos” nos invita a resolver nuestros conflictos o malentendidos antes de que se ponga el sol, antes que llegue la tarde.

Si bien no todas las conversaciones deben tenerse en el menor tiempo posible, porque también se hace necesario en algunos momentos darse el tiempo de llegar a la calma y de procesar individualmente lo sucedido. Es importante compartir y hallar compasión, amor y escucha prontamente para ahorrar un dolor mayor.

Porque, aunque el amor se tiñe algunas veces de dolor, podemos llevarlo entre 2 y encontrar alivio a través de la contención y el amor. Ese amor de corintios que no es orgulloso, ni se comporta con rudeza.

Con amor, Mary y Sebas!